La mayoría de las actividades de geoingeniería en América Latina son impulsadas o llevadas a cabo por empresas y proyectos de investigación de Estados Unidos, Canadá y Europa y/o por las industrias locales de energía fósil. El número de proyectos que buscan beneficiarse de los créditos de carbono bajo la apariencia de actividades relacionadas con el clima ha aumentado, especialmente en el sector marino, a pesar de las advertencias de los científicos sobre los efectos desastrosos en los ecosistemas marinos.
Falsas afirmaciones de los geoingenieros y otros acontecimientos recientes en América Latina es un recuento de cómo avanza la manipulación de los sistemas terrestres en este continente, mientras que México estableció a inicios de 2023 un precedente para la prohibición de la geoingeniería solar: México establece un ejemplo global de precaución al frenar experimentos de geoingeniería solar.