Los cronófagos. La era de los transportes devoradores de tiempo (2020) es la primera de una serie de publicaciones con las que celebramos la vida y obra de nuestro querido Jean Robert, asesor de la Red TECLA, fallecido en 2020. Son las semillas que dejó sembradas y que ahora nos toca cuidar para ver florecer.
El libro está en la Editorial Itaca. Compartimos el texto de la contratapa:
Jean Robert, filósofo mexicano nacido en Suiza, escribió este libro hace 40 años. Su visión cuasi profética visibilizó desde entonces la pesadilla que hoy vivimos aherrojados a nuestros vehículos: “ataúdes metálicos”, como él los llamó con su imaginación creativa y crítica.
Los transportes motorizados y sus impactos nefastos en la vida cotidiana, los robadores de tiempo, son los destructores de nuestras percepciones corpóreas de “lugar” fundamentadas en el topocosmos primigenio y su sustitución constriñente por el concepto estéril de “espacio” desvinculado de nuestra corporeidad. Éstas, durante años, fueron reflexiones del arquitecto urbanista políglota y filólogo, simultáneamente erudito y vernáculo, que escudriñaba los tiempos para descubrir espacios de luz que ahora no brillan.
La mirada activa de Jean Robert en los años setenta del siglo XX es hoy en día más pertinente que entonces, pues con creces la realidad recorrió el derrotero que él prefiguró y alcanzó niveles exponenciales. Ha crecido la pertinencia y la lucidez de su lectura del proceso de desfiguramiento social que entrañan las ciudades actuales con sus sistemas de transporte, su promoción a ultranza de automóviles y su afiebrado empeño en producir vías “rápidas” de paga y autopistas de “altísima velocidad”, los transportes colectivos que rompen la textura de los barrios y las posibilidades de convivencia, de retomar nuestro caminar y nuestro encuentro con las demás personas.
En 2020, cuando el autor escribió el prefacio a la presente edición, los transportes urbanos eran en promedio más lentos, más discriminatorios, más cronófagos y más destructores de la amenidad de los barrios de las ciudades que en 1980.
Imagen: Aleksejs Bergmanis